Uno de los pasos más importantes para mantener la belleza de la piel es sin duda la limpieza. La producción natural de sudor y grasa, así como la influencia de agentes medio ambientales como la contaminación depositan sobre el rostro un velo de impurezas que conviene eliminar con suavidad, para tampoco irritar ni dejar la piel excesivamente desprotegida.

La limpieza facial es una práctica fundamental e indispensable para mantener la piel en condiciones saludables. Debe ser meticulosa y realizarse con la aplicación de productos cosméticos de acuerdo a las características de cada piel.

La limpieza facial consta de cuatro etapas:

  • Limpieza
  • Tonificación
  • Exfoliación
  • Humectación